UN CORAZÓN CONTRITO Y HUMILLADO

¹⁷ Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;

Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

SALMO 51:17

Amada Iglesia, es muy importante entender el mensaje que Dios nos deja a través de este versículo. Nuestro Señor mira con agrado al hombre o mujer, que se acerca a ÉL con un espíritu quebrantado, comprendiendo su pequeñez, sus debilidades, entendiendo que necesita de Dios para poder ser salvo y no solo para ello, si no para resistir las batallas que se le presentan cada día.

Todo sacrificio es vano e inútil cuando no se hace con un espíritu humilde, sabiendo que nada puede pagar lo que nuestro Señor ha hecho por nosotros; que simplemente nuestras alabanzas y ofrendas son acciones de gracias por tanto amor derramado en aquel sacrificio en la cruz del calvario, donde dio su vida por nosotros, para que por medio de su sangre pudiésemos tener redención de nuestros pecados y vida eterna.

Un corazón contrito es aquel que tiene dolor y pesar por haber ofendido a Dios, es aquel que está lleno de remordimiento por haber pecado. Un corazón humillado es aquel que se inclina ante Dios, que dobla sus rodillas y mira hacia abajo, no sintiéndose digno de levantar su rostro hacia el Señor, rendido a los pies del Altísimo, dispuesto a obedecer y a dejar el pecado. Dios jamás desprecia a aquel que se acerca con un corazón contrito y humillado; en tanto que aquellos que le buscan con soberbia y vanidad de espíritu, jamás recibirán respuesta alguna de Dios.

⁹ A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: ¹⁰ Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. ¹¹ El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ¹² ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. ¹³ Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. ¹⁴ Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

LUCAS 18:9-14

El fariseo no fue justificado por los pecados del publicano, ni ninguno de nosotros seremos justificados por los pecados del otro. El verdadero arrepentimiento está en presentarnos delante de Dios y declararle con humillación nuestros pecados, no los pecados ajenos; pidiéndole que tenga misericordia de nosotros, porque nos reconocemos débiles, faltos, llenos de errores, necesitados de ÉL para soportar la tentación y vencer el pecado.

Amada Iglesia, es necesario derramar nuestro corazón ante Dios y rogarle cada día su perdón, por todas las rebeliones propias y las de los que amamos, la de la propia iglesia, que cada día se sumerge mas en un espíritu vano de amistad con el mundo, minimizando las cosas de Dios y nivelando la vida espiritual con la carnal, sin predicar las verdaderas diferencias que debe haber entre una y otra; olvidando que estamos en este mundo, pero que no somos de el, por lo cual es necesario no perder nuestra identidad de cristianos, dejando de parecernos a Cristo, y semejándonos cada vez mas a las personas de este mundo, que verdaderamente no conocen al Señor.

AMADO DE DIOS, HOY ES EL DÍA PARA QUE DERRAMES TU CORAZÓN ANTE DIOS, PARA QUE RUEGUES SU PERDÓN POR TODAS TUS REBELIONES. ENTREGA TU CORAZÓN AL SEÑOR PARA QUE ÉL LO LIMPIE Y LO HAGA DE NUEVO PARA PODER REFLEJAR EN TI SU AMOR.

²³ SOBRE TODA COSA GUARDADA, GUARDA TU CORAZÓN; PORQUE DE ÉL MANA LA VIDA.

PROVERBIOS 4:23

Si quieres ser Hijo de Dios es necesario hacer la siguiente confesión de FE (Romanos 10:9)

“Señor Jesucristo te recibo como único Señor y Salvador de mi vida; perdona mis pecados y ayúdame a seguirte todos los días de mi vida junto con mi familia”.

Si ya lo hiciste, te bendecimos y bienvenido a la familia de Dios. Contáctanos y te diremos que hacer a continuación.

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