Sean vuestras
costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque
él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera
que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi
ayudador; no temeré
Lo que me pueda hacer
el hombre.
7
Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de
Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e
imitad su fe. 8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por
los siglos. 9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y
extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no
con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de
ellas.
HEBREOS
13:5-9
Es muy común hablar de
que una persona, o una región, o un país, ACOSTUMBRA sentir,
pensar, decir, o hacer alguna cosa. A veces no es cuestión de
alguien en particular o de un país, pero si de la “familia”, una
costumbre familiar, de crianza, de enseñanza, “por contagio”, de
comodidad, de resolución de problemas, de pensamiento propio por las
cosas vividas, o como se dice comúnmente se trae “en los genes”.
Tal es la costumbre que no nos damos cuenta si lo que hacemos,
pensamos, sentimos o decimos, es bueno o malo, o si podría hacerse
de otra manera mejor. Algunas personas llegan casi, exagerando un
poco en el concepto, a convertir sus costumbres en “instintos”,
algo natural en ellos, y que se torna muy difícil cambiar o dejar.
Mis amados hermanos todo
cristiano, todo hijo de Dios, debe ser una nueva criatura, NACIDA DE
NUEVO; no solo por el simbolismo del bautismo en agua sino debe ser
algo real, en el sentido de dejar todo lo pasado, toda la vieja vida,
conforme a las costumbres propias, de familia, de la sociedad en
general, para pasar, como recién nacidos, a aprender todo de nuevo
de nuestro Padre Celestial. Esto es NACER Y CRECER EN EL ESPÍRITU.
Creciendo de esta manera para Salvación, pues la Palabra dice:
Respondió Jesús y
le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios.
De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de
la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
JUAN 3:5-6
Y
llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os
digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis
en el reino de los cielos.
MATEO 18:2-3
Es necesario nacer y
crecer en el Espíritu, pues lo que del mundo aprendemos para la
carne es, y aquí se quedará, mas de lo que de Dios aprendemos, del
Espíritu es, y es eterno, y a Salvación nos llevará.
Mas
aun en estos tiempos, mientras la sociedad se moderniza, como lo dice
la Palabra de Dios, la maldad va en aumento, porque no buscan la
solución a los problemas en Dios sino en sabiduría de hombre y en
la vanidad del mundo. De hecho la Biblia dice que será tanta la
maldad y el pecado que Cristo vendrá a buscar a su iglesia y luego
será el juicio contra este mundo, las personas que desecharon a Dios
y a su VERDADERA Palabra. La Venida de nuestro Señor Jesucristo está
muy cerca; esto lo demuestra como cada día mas se le llama malo a
lo bueno y bueno a lo malo, y como las malas costumbres y la
rebeldía, aun dentro de las iglesias, van creciendo, y la verdadera
Palabra, la leche espiritual que se debe tomar para crecer para
Salvación está siendo cambiada, o mas bien desechada, por la
apostasía, por leche adulterada, conforme a las concupiscencias y
deseos, y costumbres, y rebeldías de las personas, por la carne, y
no según el Espíritu Santo de Dios.
Desechando, pues,
toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las
detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación, 3 si es que habéis gustado la benignidad
del Señor.
4
Acercándoos a él,
piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa, 5
vosotros también,
como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
medio de Jesucristo.
1
PEDRO 2:1-5
Amada
iglesia, escudriña la Biblia, la Palabra de Dios, con deseo sincero
de hacer lo que Dios te pide, sus mandamientos, que son vida, del
Espíritu y no conforme a la carne. No olvide amado hermano que uno
de los mayores errores de las personas, es dejarse guiar por el
corazón, por los ojos, o por lo que ellos piensan que es bueno; mas
los hijos de Dios debemos ser guiados por el Espíritu, por Fe, y por
los mandamientos de Dios, por Su Palabra.
Es
fundamental, así como alimenta su cuerpo, para que no se debilite y
tenga fuerzas, mas aun alimentar su Espíritu, para que todo sea
bendecido en su vida, para que tenga victoria en toda prueba, para
que su alma sea guardada para Salvación, teniendo el espíritu
fuerte para vencer toda tentación del enemigo y no caer en pecado.
Permanece
en lo que has aprendido de Dios, cada día desechando lo malo y
esforzándote, verdaderamente, por hacer lo que Dios te pida; en ese
camino tendrás fallas, tropiezos y resbalones, pero si con toda
sinceridad anhelas hacer la Voluntad de Dios, Él no dejará que
caigas y te dará la fortaleza y la sabiduría para vencer siempre.
AMADO
HERMANO, AMADA HERMANA, CAMBIA TUS COSTUMBRES; NACE DE NUEVO, CRECE
EN EL ESPÍRITU, Y PERMANECE ASI PARA SALVACIÓN.
LA
VIDA DEL CRISTIANO NO ES SOLO EN LA IGLESIA Y POR MOMENTOS; LA VIDA
DEL CRISTIANO NO ES UN DIA, UNA SEMANA, UN MOMENTO O UNA OCASIÓN
ESPECIAL DE SANTIDAD, SINO UNA VIDA SANTA, Y EN COMUNIÓN CON DIOS.
NO
SOMOS PERFECTOS, PERO ESA DEBE SER NUESTRA META, PARA ASI CUIDAR LA
SALVACIÓN QUE CRISTO PAGÓ A PRECIO DE SANGRE, POR NUESTRAS ALMAS.
SE
AGRADECIDO CON DIOS Y CON EL SEÑOR JESUCRISTO, HACIENDO LO QUE ÉL
TE MANDA; PUES SUS MANDAMIENTOS NO SON GRAVOSOS, SINO QUE SON DE AMOR
Y PARA SALVACIÓN.
NO
ESCUCHES A ESTA CARNE NI A LAS VOCES CONTRARIAS A LA PALABRA DE DIOS;
ESCUCHE A LA VOZ DEL SEÑOR, DE SU PALABRA, Y DE SUS ENVIADOS, QUE
SON UNA SOLA, Y PRESERVARÁS TU ALMA PARA SALVACIÓN, SERÁS
BENDECIDO Y CANAL DE BENDICIÓN PARA TODOS LOS QUE TE RODEAN, AÚN
PARA TUS ENEMIGOS.
ESTO
ES SER UN HIJO DE DIOS, VALIENTE Y ESFORZADO.
¡NO
TEMAS VARÓN Y MUJER DE DIOS! EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO.
Si quieres ser Hijo de Dios es necesario hacer la siguiente confesión de FE (Romanos 10:9)
“Señor Jesucristo te recibo como único Señor y Salvador de mi vida; perdona mis pecados y ayúdame a seguirte todos los días de mi vida junto con mi familia”.
Si ya lo hiciste, te bendecimos y bienvenido a la familia de Dios. Contáctanos y te diremos que hacer a continuación.
MINISTROS PASTORES YOZZIA WWW.JESUCRISTOESLAVIDA.COM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Favor de dejar sus comentarios para edificación de la iglesia de Cristo