Y junto a la viña
del hombre falto de entendimiento;
31 Y he
aquí que por toda ella habían crecido los espinos,
Ortigas habían ya
cubierto su faz,
Y su cerca de piedra
estaba ya destruida.
32 Miré,
y lo puse en mi corazón;
Lo vi, y tomé
consejo.
33 Un
poco de sueño, cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre
mano otro poco para dormir;
34 Así
vendrá como caminante tu necesidad,
Y tu pobreza como
hombre armado.
PROVERBIOS 24:30-34
Mis amados hermanos,
ciertamente la pereza es un demonio destructor para quien sea que lo
tenga y no quiera despojarse de el.
Tanto para las cosas de
esta tierra, como mucho mas para las del Espíritu, la pereza pierde
el alma.
Pocas son las personas
que no tienen pereza para el trabajo terrenal, pero diría que
ninguna la que no tenga pereza para lo espiritual; ya que somos de
carne y el Espíritu de Dios batalla contra los deseos de nuestra
carne.
Quien tiene pereza para
lo terrenal indudablemente la tendrá para lo de Dios; y algunos
otros que en su vanidad y propia fuerza no son perezosos en lo
terrenal, pero no se hacen un tiempo para lo de Dios, y mucho menos
ponerlo primero en sus vidas; y esto para que su carne, su vientre, y
su herencia material para los hijos, sean abundantes, mas su
fortaleza espiritual, su herencia de bendición de Dios para sus
hijos, y su cuidado de la Salvación, sean pobres.
Además:
En su propia opinión
el perezoso es más sabio
Que
siete que sepan aconsejar.
PROVERBIOS
26:16
Cuando
no nos esforzamos por lo espiritual, por obedecer los mandatos de
Dios, nuestro entendimiento se envanece, pues ya no proviene de Dios
sino de nuestra pereza, que con su propia “sabiduría” para no
obedecer derriba cualquier buena y verdadera enseñanza de la Palabra
dada por un Ministro del Altísimo.
Hay
pereza espiritual cuando no nos esforzamos por arrodillarnos a orar,
cuando no nos esforzamos por congregar en la iglesia, cuando no
prestamos atención a la Palabra, o no leemos la Biblia; pero también
hay pereza espiritual cuando no nos esforzamos por dejar la rebeldía,
por obedecer, por amar, por perdonar, por ser pacientes, por dejar el
mal carácter, algún vicio, por ser diligentes, por dejar las
costumbres, por vencer nuestros sentimientos pecaminosos, y por hacer
todo lo que es conforme a la perfecta Voluntad de Dios, que ayuda a
la Salvación de las almas.
AMADA
IGLESIA, ESFUÉRCESE POR DEJAR TODO TIPO DE PEREZA; REPRENDA AL
DEMONIO CADA DÍA EN EL NOMBRE DE JESÚS, Y CREA A LA PALABRA DE DIOS
QUE DICE QUE NUESTRO PADRE NOS DIO ESPÍRITU DE PODER, DE AMOR Y
DE DOMINIO PROPIO (2 TIMOTEO 1:7).
EL
ENEMIGO SIEMPRE VENDRÁ A PERTURBARLE Y A QUERER VENCERLE, PERO NO
OLVIDE QUE SI USTED LE RESISTE, ÉL HUIRÁ, Y DIOS LE DARÁ LA
VICTORIA SIEMPRE.
Respondiendo
Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 13
Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de
él por un tiempo.
LUCAS
4:12-13
Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá
de vosotros.
8 Acercaos a Dios, y
él se acercará a vosotros.
SANTIAGO 4:6-8
DESECHA LA PEREZA.
EL SEÑOR NOS DE LA
FORTALEZCA AMADA IGLESIA DE CRISTO.
Si quieres ser Hijo de Dios es necesario hacer la siguiente confesión de FE (Romanos 10:9)
“Señor Jesucristo te recibo como único Señor y Salvador de mi vida; perdona mis pecados y ayúdame a seguirte todos los días de mi vida junto con mi familia”.
Si ya lo hiciste, te bendecimos y bienvenido a la familia de Dios. Contáctanos y te diremos que hacer a continuación.
MINISTROS PASTORES YOZZIA WWW.JESUCRISTOESLAVIDA.COM.AR
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