35Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda
su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36Porque
¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su
alma? 37¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
MARCOS 8:35-37
Iglesia amada de
Jesucristo, muchas veces cuando meditamos en estos versículos lo
hacemos en el sentido literal de la Palabra, como ciertamente ocurre
en países donde no se permite hablar de Jesucristo y aquellos que lo
hacen son asesinados por causa de Cristo y del Evangelio.
Sin embargo, mis
hermanos, el Señor me hacía reflexionar lo siguiente; y es que cada
uno de nosotros tiene una vida cuando llega al Camino del Señor, y
la gran mayoría no esta dispuesto a perderla. Mas la Palabra de Dios
nos enseña que todo aquel que quiera salvar su vida, la perderá;
esto es que todo aquel que pretenda justificarse por medio de la
Palabra, utilizando las artimañas del error para seguir viviendo
conforme a su voluntad y no según Dios, perderá la vida eterna.
Amada iglesia, todo
aquel que deje su vida de lado para vivir la vida que Jesucristo
manda por medio de Su Palabra, ese es el que ganará la vida eterna;
pues en esto demostramos que amamos a Dios, cuando obedecemos a Sus
Mandamientos y no a los intereses egoístas de nuestra carne.
Debemos entender que
antes de conocer a Dios todo lo hacíamos para nosotros, para nuestra
familia; trabajábamos para tener un bienestar económico, para
brindarle un futuro a nuestros hijos, para disfrutar de los placeres
de esta vida, llámese vacaciones, ir al cine, al teatro, a bailar,
realizar viajes, deleitarnos con alimentos, vestirnos con ropa
costosas, tener lo último en tecnología (celulares, notebooks),
autos 0 km., playa, música, juegos (bingo por ej.) y aún vicios
(droga, alcohol). Y en esta vida la iglesia no estaba incluida y Dios
ocupaba un lugar casi inexistente, y los actos de beneficencia solo
los hacíamos a fin de engordar nuestra vanidad, lavar nuestras
conciencias y sentirnos un poco “mas buenos”.
Hermanos amados es esta
la vida que debemos perder, la que nosotros habíamos planificado, en
la cual el centro de atención éramos nosotros y los nuestros. Ahora
es necesario entender que en la vida del cristiano el centro es
Dios y debemos tener en cuenta a la iglesia, a nuestros
hermanos y a las almas perdidas; nuestros intereses egoístas
deben desaparecer, para dar lugar a los intereses de Dios, en ello no
hay lugar para la soberbia, la vanidad, el orgullo, la mezquindad; si
no para el verdadero amor, aquel que proviene del Dios Altísimo,
donde nuestro gran amor pasa a ser Dios, y así nuestros hermanos y
las almas perdidas. Ya no debemos hacer obras de caridad para ser
vistos, si no hacer la Obra de Dios, que se hace por amor y sin que
mi mano izquierda sepa lo que da mi derecha, obedeciendo primeramente
a los Mandamientos de Dios (diezmos, ofrendas, primicias y toda clase
de ayuda a la iglesia y los hermanos); entendiendo que mi familia
ya no son los que lo son según la carne y la sangre, si no todos
aquellos que aman a Dios y hacen Su Voluntad.
Pues como dice el
Señor, varón, mujer, de qué te aprovechará ganarte el mundo por
medio de la fama y el dinero, si por esta causa perdieres tu alma; ya
que ni todo el oro ni la plata del mundo te alcanzarán para pagar
por la salvación de tu alma; solo la sangre de Cristo pudo pagar por
ella. Ni las personas mas influyentes podrán librarte de la
perdición eterna; SOLO LA SANGRE DE JESUCRISTO PUEDE SALVAR TU
ALMA.
Hombre, mujer, es
necesario perder esta vida que nosotros habíamos planeado conforme a
nuestra sabiduría e intereses, renunciar a ella por causa de
Jesucristo y del evangelio para de esta manera ganar la vida eterna.
RECUERDA HOMBRE Y MUJER
DE DIOS: HASTA QUE NO DECIDAS RENUNCIAR A VIVIR CONFORME A TU
VOLUNTAD, PARA EMPEZAR A VIVIR CONFORME A LA VOLUNTAD DIVINA TU VIDA
SEGUIRÁ PERDIDA Y TU ALMA EN ALTO RIESGO DE PERDERSE. PARA SALVAR
TU ALMA ES NECESARIO QUE RENUNCIES A TU VIDA POR AMOR A JESUCRISTO Y
EL EVANGELIO Y QUE VIVAS COMO ÉL MANDA.
MORIR
YO, PARA QUE VIVA ÉL EN MÍ. HAZLO Y VIVIRÁS.
SI TIENES VERDADEROS
OÍDOS, OYE LO QUE EL SEÑOR TE DICE Y NO SEAS REBELDE A SU PALABRA.
EL SEÑOR NOS BENDIGA AMADA IGLESIA DE JESUCRISTO.
Si quieres ser Hijo de Dios es necesario hacer la siguiente confesión de FE (Romanos 10:9)
“Señor Jesucristo te recibo como único Señor y Salvador de mi vida; perdona mis pecados y ayúdame a seguirte todos los días de mi vida junto con mi familia”.
Si ya lo hiciste, te bendecimos y bienvenido a la familia de Dios. Contáctanos y te diremos que hacer a continuación.
MINISTROS PASTORES YOZZIA WWW.JESUCRISTOESLAVIDA.COM.AR
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